Al leer por primera vez el libro de Pedro una de las primeras cosas que llaman la atención es el ver que Refugiados permanentes no es un libro más sobre el conflicto saharaui. Existe una amplia bibliografía que narra con gran detalle la historia del conflicto, aportando una gran cantidad de documentos que respaldan la versión de ser un conflicto injusto y totalmente inmerecido. Este libro no se detiene en los hechos históricos más que lo justo para ayudar al lector a contextualizar la situación actual en función de los hechos pasados.
Lo que realmente aporta el libro que está a punto de salir a la luz es un conjunto de preguntas -muchas de ellas sin una única respuesta- mediante las cuales se mueve al lector a realizar una reflexión sobre qué opciones tiene el pueblo saharaui para hacer frente a su futuro.
Así, en la página 8 Pedro ofrece una inestimable oportunidad para la reflexión:
En el texto que sigue aparece una sociedad saharaui que ha estado excesivo tiempo detenida y esperando (sometida a unas condiciones vitales muy duras), pero que está empezando a transformarse. Se perciben sólo los primeros pasos, pero son pasos firmes que van encaminados con decisión al futuro… Con la información que se ofrece aquí, los foráneos podremos levantar un croquis mental de la situación social de los saharauis en la actualidad; ellos, por su parte, podrán reflexionar sobre las imágenes que su pueblo y su vida ofrecen a quienes les observan… Puede ser una oportunidad para afianzarse en lo que son y también una ocasión para analizar críticamente ciertos rasgos propios que la cercanía cultural les difumina.
Tras cuarenta años de estancamiento el pueblo saharaui está obligado a afrontar el cambio generacional con otras premisas, con otros condicionantes. Sin olvidar nunca la necesidad de luchar por lograr la restitución de su tierra al legítimo dueño, es urgente ofrecer a los jóvenes alternativas que resulten suficientemente motivadoras para mantenerse en esa lucha y no caer en el desánimo.