El pasado 23 de octubre organizamos en la Fábrica de Creación Fabra i Coats de Barcelona, la primera sesión FundLab, iniciativa impulsada por la Fundación Goteo para construir productos financieros relacionados con las dinámicas crowd y que pretende contestar a la pregunta: ¿cómo podemos transformar los mecanismos de financiación y cómo podemos abrirlos a la sociedad civil? La idea sería explorar cómo se transita del crowdfunding al crowdanthropy.
FundLab se enmarca dentro del proyecto europeo Empowering Early State Investors, financiado por el programa H2020 y cuyo objetivo es capacitar inversores de toda Europa, facilitando su conexión con otras entidades y así estimular un tejido compuesto por diferentes actores, de expertos en crowd a fundaciones que trabajan el impacto, de filántropos a bancas éticas, de inversores sociales a legisladores.
En los últimos años, Goteo se ha desarrollado, no solo como plataforma de crowdfunding cívico, sino también como un laboratorio donde probar distintas maneras de colaborar en torno a ideas innovadoras en el ámbito del emprendimiento social. Por eso, la sesión reunía algunas entidades de finanzas éticas con iniciativas que han accedido a ellas, o interesadas en hacerlo, para compartir experiencias, relatos y datos en torno a la inversión social, imaginando posibles caminos a recorrer. A través de este FundLab pretendíamos detectar escenarios comunes a las iniciativas, a la vez que indagar el recorrido de cada una de ellas en sus caminos hacía la financiación, después del crowdfunding. También queríamos investigar si el crowdfunding puede enlazarse con otras opciones de financiación, dentro del marco del emprendimiento social, ético y comprometido.
Salir de la cueva
La primera parte de la sesión consistía en compartir con las personas presentes el modelo de nuestra plataforma así como los aprendizajes adquiridos gracias a las experiencias de los proyectos financiados, fuesen campañas de crowdfunding, fuesen campañas de crowdfunding impulsadas en convocatorias de matchfunding. Tomás Andreu de Atípics celebraba con estas palabras la sesión: "estar aquí es una gran ocasión para salir de la cueva”, porque brinda la oportunidad de poner en común ideas, compartir experiencias y hacerse preguntas sobre financiación, recursos, sostenibilidad y planes de futuro.
Como decíamos, además de otras entidades de las finanzas éticas, en la sesión estaban presentens 3 iniciativas, que habían financiado sus campañas a través de Goteo. Una de ellas era Smart Citizens, una plataforma para generar procesos participativos en las ciudades, que en 2012 recaudó 13.748€ con su campaña, Smart Citizen - Sensores ciudadanos, para desarrollar el Smart Citizen Kit: una placa electrónica basada en Open Hardware capaz de captar datos ambientales y compartirlos a través de Internet. El objetivo también era consolidar una comunidad de usuarios para la recolección de los datos. Matías Verderau del Fab Lab Barcelona, que nos acompañaba en la sesión, nos enseñó literalmente todas las fases por las cuales había pasado el sensor. Para explicarnos el proceso de implementación, sí, pero también para que viésemos como cada fase del proyecto correspondía a un tipo de financiación (Goteo, Kickstarter y proyecto europeo “Making Sense” ). El gran aprendizaje que sacaron, por lo que respeta el crowdfunding, es que hay que tenerlo todo bien atado antes del lanzamiento, por ejemplo calculando bien los costes y recompensas. Y otra gran lección: en un crowdfunding no se trata sólo de desarrollar un prototipo, hace falta contar con el apoyo de tu comunidad.
Muy interesante también el caso del segundo proyecto invitado, la Cooperativa de Plataforma Som Mobilitat, que en Goteo ha impulsado dos crowdfundings, uno en convocatoria de matchfunding (Conjuntament) y otro como campaña normal, recaudando en total 32.260€. El crowdfunding les ha facilitado la compra de los vehículos y ayudado a vertebrar la estructura general del proyecto, pero más allá de esto les ha paermitido validar, es decir, entender si el proyecto valía la pena, si tendría respaldo y así comprobar la respuesta de la comunidad. En el relato de Arnau Vilardel, presente en la sesión, volvía a aparecer el papel clave que desempeña la comunidad, junto con la comunicación a la hora de visibilizar la campaña. Y los conceptos de ensayo y aprendizaje. Som Mobilitat ahora se encuentra en una fase madura, en la cual sus necesidades de financiación se han incrementado y se plantean trabajar una financiación que ellos mismos definen como “más clásica”, que combine participaciones sociales y otras vías.
El tercer proyecto con quien conversamos, CreaRSA.coop, recaudó 14.185€ en la campaña impulsada dentro de la ya mencionada convocatoria de matchfunding de Barcelona, Conjuntament. Durante la entrevista, Osvaldo Ricardi nos contaba que el crowdfunding no solo les permitió constituir la cooperativa, sino también ampliar los contactos profesionales pues tuvieron que hacer una importante labor comercial, dando a conocer el proyecto, contactando con las entidades, ... Ahora CrearSa.coop busca otras opciones de financiación, más bien híbridas, para sufragar los gastos de un programa de formación que pretende impulsar, y a la vez costear las prácticas remuneradas de los alumnos.
¿Qué lupa aplico a mi programa de financiación?
Durante la segunda parte de la sesión nos dedicamos a analizar y profundizar los programas de financiación de las entidades presentes, detectando los criterios, o las lupas, como nos gusta llamarlas, a través de las cuales los participantes elaboran, evalúan y ponen en valor aspectos como la participación, transparencia, legado, aprendizaje, economía y empleo, ...
Entre las aportaciones de esta dinámica, muy interesante la de la Fundación Roca i Galès, que dispone de un fondo para promocionar el cooperativismo. Para ellos un indicador, a la hora de decidir si financiar una cooperativa, sería basarse en el Balanç Social: una herramienta que ofrece datos para la rendición de cuentas y la medición del impacto social, ambiental y de gobernanza de una organización, de acuerdo con los estándards éticos de la Economía Solidária y el Mercado Social. Nos interesa porque esta medición del impacto se encuentra perfectamente en línea con la fase 3 del matchfunding en la que, desde la Fundación Goteo, estamos trabajando.
Por otro lado, la Fundació Seira quiere generar grupos de financiación dentro del mundo cooperativo, donde unas de las opciones contempladas son la capitalitzación a través de crowdequity, o el crowdlending. Los valores que destacaban eran la participación común, la generación de puestos de trabajo y la transparencia a la hora de monitorizar dónde va el dinero, y de medir el impacto y los riesgos. Aquí se vislumbraban, por tanto, más indicadores sociales que económicos.
Desde Servei Solidari se comentó la posibilidad de lanzar un crowdfunding como trampolín, aprendizaje práctico, o bien prueba piloto para las iniciativas que surgen a raíz de su programa de mujeres emprendedoras, una coooperativa donde englobar todos estos grupos, tener visibilidad, vender su productos, ... Y hablando de proyectos pilotos, también Atípics impulsa un programa de preincubación para 20 proyectos, propuestos por jóvenes de entre 18 y 21 años, iniciativas viables y con impacto positivo en el entorno. Una vez la iniciativa pasa por el "túnel del viento", es decir, los 50 días de acompañamiento y aprendizaje, va a la fase siguiente: la prueba de concepto, y aquí entra en juego el crowdfunding, en cuanto pre-semilla. ¿Lo más valioso para ellos? El legado que estas iniciativas y sus promotores quieren dejar. en la sociedad.
Y cerramos con la aportación de Smart Citizens: para ellos, el crowdfunding ha sido un proceso de aprendizaje, sobre todo como un primer paso en el desarrollo de la tecnología de sus sensores. Además, y en línea con lo que nos compartía Som Mobilitat, les funcionó como prueba piloto: para testear la aprobación y validación ciudadana, el contacto con la comunidad de apoyo, y a la vez conocer el valor real del proyecto. Importante también el aprendizaje en storytelling: hay que aprender a explicarse, y a explicar tu proyecto.
El FundLab Barcelona es la primera de 4 sesiones que ocurrirán por toda la geografía de la peninsula. La próxima tendrá lugar en diciembre, en Asturias y se enfocará en desarrollo rural. Pronto llegarán más informaciones, así que ¡stay tuned!